jueves, 7 de octubre de 2010

VACÍO

Un niño llora en tu playa
mientras la orilla se aleja en la botella
y la arena se licúa, grano a grano, ante mis ojos...

Así es, al fin, el desierto que has creado;
la vida cotidiana que cabalga en tus espaldas.

Y yo estoy ahí,
contemplando los charcos cenagosos que pueblan tus huellas...

Impertérrita.

Paralizada por la gorgona que llevas dentro.

Carmen Herrero

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