lunes, 9 de mayo de 2011

CRÓNICAS DE OTRAS PALABRAS EN EL DORÉ

El domingo 3 de Abril y ayer, 8 de Mayo, se celebraron las últimas tertulias del curso 2010-2011 en el Café Doré. Exactamente igual que algunos números de la revista que las organiza, las presentes crónicas en ocasiones merecen ser dobles. En la penúltima tertulia estuvimos presentes Rocío Santisteban, Carmen Herrero, Patricia Sánchez y Ricardo García. La luz de nuestro rincón se tornó tenue, y el tono de nuestras voces se volvió susurrante. No fue sólo por la intimidad que permitió el reducido número de contertulios, sino también por los temas que se trataron. Además de tratar y reivindicar asuntos como la liberación de la mujer o el arte literario, teatral (y en defintiva arte total) de los títeres, se trató sobre otros temas más inesperados. Quizás estemos adoptando una nueva actitud, más mística, romántica, modernista... ¿Cómo denominarlo? Quizás se trate de un tercer romanticismo (Begoña Regueiro ya habló del segundo). Patricia, profesora de talleres literarios enfocados desde el ámbito de los sueños, nos sorprendió con sus propuestas. Relaciona estrechamente los sueños y la literatura. Propone la creación literaria a partir del subconsciente, y el análisis del individuo a través de su creación sin olvidar que el subconsciente nos condiciona. De esta manera psicoanalizó algunos de nuestros poemas. Y aventuró aspectos del futuro de alguno de los presentes invitándole a extraer cartas al azar de una baraja . Recordó a las cartas del tarot, sí, pero con una diferencia: en lugar de la muerte, el loco o la torre, te puede tocar Don Quijote, Madame Bovary o el mismo Sancho Panza. Lo llamó "oráculo literario". Hablar de la importancia de los sueños como liberación del pensamiento y fuerza irracional en la vida y en la Literatura fue inevitable. Ya lo decía Freud: "los sueños son parte imprescindible de la realidad"; y André Bretón, en sus manifiestos surrealistas, ya concebía al ser humano como "un ser soñador sin remedio". Sin duda alguna los sueños son una fuente de inspiración. ¿Deberemos hacer como Saint-Pol-Roux, que cuando dormía colgaba un cartel en la puerta que decía "El poeta trabaja"? ¿O quizás deberíamos despertar de una vez por todas? En cualquier caso, una cosa queda más que clara después de la evaluación de las tertulias de este curso: quien quiera soñar con los ojos abiertos no tiene más que acercarse por aquí.

En la última tertulia estuvimos presentes, como se puede ver en la imagen de la izquierda (de izquierda a derecha y de segundo a primer plano): Carmen Herrero, Loli López, Begoña Regueiro, Ricardo García, Cerecino Maché, Marta Gómez, Andrea Rodríguez, Víctor Zalalla y, al otro lado del objetivo realizando la fotografía, Rocío Santisteban. Contamos con la honorable y excepcional presencia de Cerecino Maché, licenciado en titerología y doctorado en sogas de ahorcado por la Universidad de las Batuecas, actual profesor de asentimientos y negaciones de cabeza, alargamientos de lengua y movimientos manuales. Él es el destacado en la imagen superior derecha, saludando a la cámara. También tuvimos el honor de compartir mesa al final del encuentro con Mariano Lima, dueño y anfitrión del Doré. En esta última velada se planificó el acto de "Otras Palabras al aire", el último que queda pendiente por este curso. Conscientes de que el buen tiempo invita a estar al aire libre, próximamente sacaremos al Parque del Retiro nuestras palabras, nuestra música y nuestras artes, sin olvidar unas cuantas recetas magistrales con que satisfacer el paladar y los vientres. Después, se retomó la conversación sobre experiencias paranormales y métodos adivinatorios. Una de las experiencias relatadas más fascinantes fue vivida en primera persona por uno de los presentes, en su antigua casa de la calle Huertas. Andaba él durmiendo cuando de pronto despertó y vio una silueta traslúcida, con aspecto de monje. No tuvo miedo, porque estableció con él una comunicación no catalogada con ningún sentido conocido hasta ahora y desde el principio supo que no tenía nada que temer. La silueta traslúcida gateó por su cuerpo tumbado y le pellizcó la nariz. La víctima de esta burla se enfadó. Le fue a atizar un guantazo y, antes de poderle atizar, se desvaneció provocando que el guantazo cayera sobre su compañera de cama. Cerecino Maché, en esta primera visita que realizó, no dejó de mostrar su contento y alegría con nosotros. De hecho, al cerrar la Tertulia y recordar que era la última de este curso, se disgustó tanto que cogió una soga, se la deslizó por el cuello y se ahorcó delante de nosotros como señal de protesta. No quería que se acabase la Tertulia ni por un mes. Todos sabemos lo que duele suspender una actividad enriquecedora. Pero a veces es necesario hacerlo temporalmente como es este caso. Rogamos a los adeptos a la Tertulia que se abstengan de seguir su ejemplo. En Septiembre volveremos.




Ricardo.

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