Julio Cortázar también escribía poemas. Hacía poesía de la vida cotidiana y cantaba a las pequeñas cosas que no tienen importancia, pero que son la base del día a día, de lo que impulsa a caminar hacia delante con la cabeza bien erguida.
Cortázar escribió
Rayuela; pero además fue un intelectual que quería ser francés. Lo consiguió en 1981 cuando cambió de nacionalidad en protesta contra el gobierno de Argentina. Aunque nació en Ixelles, un pequeño municipio de Bélgica, don Julio fue del mundo entero gracias a su literatura.
Este año se cumple el primer centenaro del nacimiento de este literato que vino al mundo un mes después de empezar la Primera Guerra Mundial. Mientras Europa se desangraba vivió en Ixelles y al finalizar la contienda volvió con sus padres al Argentina.
Julio siempre fue un hombre de letras que trabajó como maestro rural al terminar sus estudios y más tarde llegó a ser traductor de la Unesco en su ciudad preferida, París.Como Julio Denis comenzó escribiendo poesía y surge así, en 1938,
Presencia:
Muro de planos únicos se crea.
¡El disco, el disco! ¡Míralo, Jacinto,
piensa cómo por ti abatió su altura!
Música de las nubes, melopea
puesta a formar para su vuelo el plinto
que ha de ser vespertina sepultura.
Habilísimo con la pluma ha escrito prácticamente todo. En todos los géneros ha destacado cultivando indistintamente la poesia (como hemos dicho), el teatro, la narrativa, el cuento, el ensayo... La lista es interminable y sobre todo la calidad. Cortázar sabe aunar el existencialismo de su época al más puro estilo sartriano, con un cuestionamiento contante de la experiencia vital y del razonamiento más clásico. Todo ello de una manera activa que tiene cierto carácter experimental y mágico que lo lleva a ser casi surrealista.
Dentro de ese estilo, el surrealismo, sobresale la obra
Historias de cronopios y de famas, de 1962, que está escrita a base de fragmentos de relatos de manera que es una pieza llena de encanto y que deja volar la imaginación.
Ese hacer cambiar la perspectiva de lo que se conoce o se sabe y las alteraciones del orden cronológico se muestran en
Rayuela (su obra más conocida), pero se puede ver todavía mejor en algunos de los cuentos de
Bestiario (como
Casa tomada o en
Las babas del Diablo).
Después de una vida llena de avatares y peripecias en compañía de grandes amigos artistas Cortazar falleció en París en 1984. Como un pequeño homenaje vamos a ver aquí algunos de sus poemas.
A. R. S.
LOS AMIGOS
En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.
Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.
Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.
Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.
LA MUFA
Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida
Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.
Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.
Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.
OBJETOS PERDIDOS
Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo
si la cifra se mezcla con las letras del sueño,
si solamente estás donde ya no te busco.
Mendoza, Argentina 1944
BOLERO
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Y este fragmento:
La lenta máquina del desamor
los engranajes del reflujo
los cuerpos que abandonan las almohadas
las sábanas los besos
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo
ya no mirándose entre ellos
ya no desnudos para el otro
ya no te amo,
mi amor.