Hay días que mis botas se calzan solas; domingos que mis pies caminan solos; tardes de domingo que mis pasos saben dónde dirigirse sin orden mental ni reflejo alguno. No se trata de inercia ni de instinto. Creo que lo que me sucede se debe a los invisibles hilos del placer, que se despliegan para atraparnos y atraernos hasta determinados espacios irresistibles. Por eso hay tardes de domingo que hay que terminar en la Tertulia de Otras Palabras en el Café Doré. Aquí la poesía cobra vida y la vida se vuelve poesía. Quien lo probó lo sabe.
En la última tertulia, del día 13 de Febrero, nos encontramos Andrea Rodrigo, Cristina Álvarez, Patricia López, Javier Jamper, Patricia Barrera, Paz Cornejo, Antonio César, Carmen Herrero, Begoña Regueiro, Rocío Santisteban y Ricardo García. No faltaron quienes a pesar de no asistir contactaron con nosotros, se lamentaron y prometieron asistir al próximo encuentro... ellos lo probaron.
Esta ocasión comenzó con la última revisión del Manifiesto sobre las Querellas Literarias, su fijación definitiva y la firma de adhesión a él por parte de todos los asistentes. Dicho documento se podrá apreciar en breve en entradas siguientes. Incluye el espacio en blanco necesario para que puedan firmar y apoyarlo todos aquellos que así lo deseen en un futuro y todos aquellos que declararon su deseo de firmar y no pudieron estar presentes en el momento.
La tertulia continuó con la lectura de los poemas de Cristina y Javier inspirados en los dibujos de Irene Pereña. Con sus lecturas quedó patente la gran admiración que sentimos hacia ellos y la inspiración que motiva en nosotros. Lo que se desprende de la calidad no se agota. A esto siguieron más lecturas, cuya reseña reduciría la realidad. Lo que se está leyendo aquí no tiene desperdicio. Posteriormente, se pusieron en común múltiples proyectos abiertos a todos los asistentes: participación en las jornadas del día del libro de la UCM, la elaboración de una antología con los trabajos resultantes de la tertulia... Intentar enumerarlos todos y retratarlos sería traicionarlos, puesto que la energía, la ilusión, la transparencia y la ausencia de competitividad, narcisismo y egocentrismo, con que son planteados, más merece ser presenciada en directo que a través de cualquier palabra.
Hace poco tiempo me vi, no en el compromiso, sino en la gran satisfacción de tener que describir la Tertulia. Dije que es una tertulia donde los codos no terminan manchados de la pringe de las mesas, donde no hablan todos a la vez, donde no lleva razón quien más grite. Es una tertulia donde se respetan los turnos de palabra, donde se escucha a todo el que viene, donde todos opinamos y proponemos, donde no hay prejuicios, donde sí hay enfrentamientos, pero no se juzga a nadie personalmente ni se buscan los puntos débiles. Es una tertulia donde entre todos nos abrimos, nos reforzamos y cada cual se autoconstruye. Es una tertulia de proyectos, de fusión de artes, y no una tertulia de pataletas, ni de asesinos, ni de dictadores que imponen su gusto, ni de caníbales que ante la imposibilidad de ganar el sustento económico a través del arte son capaces de hundir al de al lado por ganar el sustento de la fama.
A quien se la describí, aproximadamente de esta manera, me comentó después que nos estamos ganando la inmortalidad, y que contamos con antecedentes en la historia de la literatura, muy evidentes, como el intercambio cultural y artístico del 27. La inmortalidad ya la tenemos, y los antecedentes, son muy cuestionables, porque podrán ser parecidos, sí, pero no iguales. De aquí -época nueva, gente nueva-, sin duda alguna, saldrá algo nuevo y muy distinto. Si no, sería imitación. Y sólo se ve creación. Quien lo está probando lo sabe.
Os esperamos para la próxima tertulia, el Domingo 6 de Marzo a las 18'00h. en el Café Doré (c/ Torrecilla del Leal, 9; Antón Martín).
Ricardo.
Me encantó compartir ese domingo con vosotros y espero calzarme muchos domingos las botas que me lleven al Doré. Un abrazo
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